El funcionario Francisco Díaz Jiménez era ‘Paco el policía’ ingresó en la Policía Nacional hace ocho años, con 25 años fue asesinado el pasado miércoles cuando se encontraba de servicio e iba a proceder a detener a un hombre en Malaga


 

La ciudad de Málaga rinde homenaje con un monolito al agente de la Policía Nacional fallecido en acto de servicio

Cuerpo Nacional de Policía

Málaga, 10/07/2014

Recordará al policía en los jardines frente a la Comisaría

Francisco Enrique Díaz, de 33 años, falleció el pasado 21 de mayo al ser apuñalado por un hombre al que iba a identificar

El director de la Policía, Ignacio Cosidó, ha destacado «la honestidad, profesionalidad y entrega del agente que falleció velando por la seguridad de todos los ciudadanos, como los miles de policías nacionales que cada día trabajan al servicio de la sociedad»

Al acto de inauguración de este monolito en recuerdo del policía han acudido la delegada del Gobierno, Carmen Crespo; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el director general de la Policía, entre otras autoridades y responsables policiales

El Pleno del Ayuntamiento de Málaga acordó levantar este monolito en los jardines frente a la Comisaría Provincial de la Policía Nacional

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha acudido hoy a la inauguración de un monolito en homenaje al agente de la Policía Nacional fallecido el pasado 21 de mayo, en Málaga, en acto de servicio. El Ayuntamiento de la ciudad aprobó la colocación de un monolito en los jardines frente a la Comisaría de la Policía Nacional en memoria del policía Francisco Enrique Díaz, de 33 años, que falleció al ser apuñalado por un hombre al que iba a identificar. El director de la Policía ha destacado «la honestidad, profesionalidad y entrega del agente que falleció velando por la seguridad de todos los ciudadanos, como los miles de policías nacionales que cada día trabajan al servicio de la sociedad».
Al acto han acudido la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto al director de la Policía y otras autoridades y representantes policiales.

Reconocimiento y agradecimiento

Esta mañana se ha celebrado una sencilla ceremonia en los jardines situados frente a la Comisaría de la Policía Nacional. En este acto se ha descubierto el monolito y la placa en reconocimiento del trabajo de Francisco, un homenaje que fue aprobado por el Pleno del Ayuntamiento de la ciudad de Málaga. El director de la Policía ha querido recordar en sus palabras a la hija, la esposa y la madre del agente asesinado, a quienes ha trasladado el afecto y apoyo de toda la Institución policial. Cosidó ha destacado «su gratitud, respeto y admiración a todos los policías nacionales que se dedican hasta el límite a la sociedad a la que sirven, en ocasiones más allá de lo legalmente exigible». El director ha trasladado también su ánimo a todos los compañeros de Paco en la Unidad de Prevención y Reacción y ha agradecido a todas las personas y colectivos que mostraron su apoyo a los agentes que diariamente ponen en riesgo su vida por garantizar los derechos y libertades de los ciudadanos.


Francisco Enrique Díaz, de 33 años, falleció el pasado 21 de mayo al ser apuñalado por un hombre al que iba a identificar

El director de la Policía, Ignacio Cosidó, ha destacado «la honestidad, profesionalidad y entrega del agente que falleció velando por la seguridad de todos los ciudadanos, como los miles de policías nacionales que cada día trabajan al servicio de la sociedad»

Màs información
Màs información

3c297-escudo_policianacional2813c-escudo_ministerio
Un agente de la Policía Nacional adscrito a la Comisaría Provincial de Málaga ha fallecido apuñalado este miércoles cuando se encontraba de servicio e iba a proceder a detener a un hombre en Málaga.Los hechos han ocurrido sobre las 19.00 horas en la calle Frigilina de la capital malagueña cuando el agente y su compañero pretendían arrestar a un hombre que contaba con una reclamación en vigor.Según las primeras investigaciones, cuando los dos agentes se aproximaron al sospechoso y sin que mediaran palabra entre ellos, el hombre sacó un arma blanca y apuñaló en el pecho a uno de los policías, según han informado en un comunicado desde el Cuerpo Nacional de Policía.Como consecuencia de las lesiones causadas, el agente tuvo que ser evacuado inmediatamente en una ambulancia hasta el Hospital Regional. El policía, de 33 años, ingresó en estado crítico con una herida de arma blanca en el tórax y falleció horas más tarde en el centro hospitalario.En el Hospital Civil ha sido atendido el supuesto agresor, de 37 años, que fue trasladado por los agentes con heridas de armas de fuego y blanca en tórax y abdomen.

Además, resultaron heridas otras dos personas de forma accidental al encontrarse en la zona de la refriega. Se trata de un hombre de 30 años, con herida de arma de fuego en la parte superior del tórax, aunque en principio no reviste gravedad y está pendiente de evolución, y una mujer de 28 años, también herida por arma de fuego y trasladada al Hospital Clínico Universitario por el servicio de Emergencias Sanitarias 061.

El policía Francisco Díaz Jiménez murió por una puñalada en Málaga que, como recordaba un compañero suyo, «estaba destinada a cualquiera de nosotros, a toda la sociedad».

Si esa niña sigue buscando, encontrará declaraciones de «compañeros» de su padre. Compañeros que llevan muchos años sin hacer una identificación, sin subirse a un zeta, sin notar la adrenalina y la sequedad en la boca que acompaña a la sensación de peligro, sin poner su vida en las manos de su compañero y sin que les llegue el nauseabundo olor que desprenden tipos como el indigente que asesinó al policía Francisco Díaz Jiménez cuando uno se acerca a ellos para engrilletarlos o para meterlos en el zeta. Pero esos compañeros, gracias a su condición de sindicalistas, pudieron hablar del policía asesinado por un mal nacido llamado Stefan Reinert. Y hablaron de falta de medios, de los recortes económicos que merman la seguridad de los agentes y de los chalecos antitrauma que nunca llegaron a la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) de Málaga, la unidad a la que pertenecía su padre.

Si la hija de Francisco Díaz Jiménez tiene acceso a lo que se dijo en las redes sociales el día que murió su padre, leerá la rabia y el sincero dolor de muchos compañeros y gente de bien. Y también se le revolverán las tripas al leer a los miserables que aprovecharon el asesinato del policía para escribir cosas como «muere un madero en un choque con un indigente» o a los que, simplemente, se alegraron de la muerte de un policía nacional o a los que dijeron estupideces como que el asesino también era una víctima «del sistema».

Lo que no podrá encontrar la hija de Francisco Díaz Jiménez son los testimonios de los compañeros de su padre, los que le llamaban Paco. Esos callaron por imperativo legal, por disciplina o porque, simplemente, prefirieron tragarse su dolor. Los que, como Paco, patrullaban a diario las calles más conflictivas de Málaga por un sueldo de 1.600 euros netos al mes. Esos que colgaron en la comisaría la fotografía del asesino de Francisco Díaz con la advertencia de que era un tipo peligroso, que había intentado atacar a un policía local. La hija de Paco no podrá ver en la prensa de esos días las palabras del compañero de su padre, que esos días se maldijo mil veces por no haberle pegado dos taponazos -disparos- al asesino antes de que atacase a su compañero, ese compañero que puso su vida en sus manos y al que falló.

La hija de Francisco Díaz intentará encontrar una razón, una explicación, algo que justifique por qué no pudo crecer con su padre al lado. Paco murió porque cumplió con su deber, porque fue a identificar y a detener a un tipo al que varios jueces que duermen tranquilos bajo la manta de seguridad que les proporcionan policías como Paco, decidieron ponerle en libertad una y otra vez, pese a que ya había demostrado su peligrosidad. Paco murió para recordarnos a todos que la calle es un lugar lleno de peligros, en el que a veces se dejan sus vidas los policías encargados de apartar de la calle a tipos como el que le mató. Un compañero de Paco, uno de esos que se juega el pellejo a diario, escribió algo que tomo prestado: «El policía fallecido recibió una puñalada que estaba destinada a cualquiera de nosotros, a toda la sociedad». Pero para eso estaba Paco, para estar en primera línea y recibir esa puñalada.

Rajoy, en un mitin a cinco minutos del funeral del policía asesinado en Málaga, y no asistió al acto
Policías que daban por hecho la asistencia del presidente critican que sí fue al entierro de la

Montaje realizado por AUGC Málaga (Delegación Malagueña de la Asociación Unificada de Guardias civiles), visto en Twitter

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, intervino el jueves en un mitin en Málaga a las 19,45 horas en el polideportivo de la Universidad de Málaga. Poco antes y al lado de este recinto comenzaba el funeral por el policía nacional asesinado el día antes en la capital. Tan solo cinco minutos y escasa distancia separaban el lugar del mitin del PP de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional donde se celebraba el funeral del agente.

Rumores de que Rajoy se acercaría al funeral
Desde principios del día corrió el rumor de que el presidente del Gobierno se acercaría a la Comisaría a dar personalmente su pésame a la familia. Parecía lógico por lo luctuoso del hecho sucedido a un agente de 33 años de edad y con una hija pequeña que además era muy querido en el Cuerpo. Incluso oficiosamente habían llegado noticias de que la asistencia del presidente de Gobierno era un hecho seguro.

No asiste pero manda un tuit
No fue así. Eso sí, más tarde, ya finiquitado el mitin Rajoy mandó un tuit de condolencia a la familia del policía fallecido en acto de servicio Francisco Díaz Jiménez. El tuit como miles de los enviados por mucha gente lamentaba el asesinato y expresaba sus condolencias: “Mi solidaridad y un afectuoso abrazo a la familia, amigos y compañeros de Francisco Díaz Jiménez. Absoluto apoyo del Gobierno a la policía”.

Rajoy tenía una apretada agenda electoral
Desde fuentes del PP se intentó justificar la notable ausencia por la apretada agenda del presidente en el hecho de que llegó con prisas y tarde al aeropuerto malagueño por bligaciones de una agenda muy apretada. Esta excusa generó más malestar si cabe entre los compañeros del joven agente asesinado y recordaron como Rajoy y su partido si sacaron tiempo para acudir al funeral e incluso suspendieron la campaña electoral tras el asesinato de la presidenta del PP y de la Diputación de León, Isabel Carrasco. Algunas reacciones de policías el día del asesinato de su compañero se dirigían hacia que la campaña electoral en Málaga al menos, se suspendiera como ocurrió con el fallecimiento de Isabel Carrasco a nivel nacional.

Chalecos demandados a Interior reiteradamente
Llovía además sobre mojado pues desde el mismo día del asesinato del policía nacional el malestar ya fue expresado ya previamente por el Sindicato Unificado de la Policía. El SUP reveló que el sindicato había demandado insistentemente a Interior chalecos antitrauma para los agentes. Según el portavoz del SUP si hubiera llevado este tipo de chalecos muy necesarios en la sección de calle en la que operaba Díaz Jiménez, los “dragones”, su muerte “tal vez se hubiera evitado”. Aclaró que el fallecimiento podría haberse evitado ya que el arma homicida, un cuchillo, le llegó al corazón”.

El policía fallecido adquirió un chaleco de su bolsillo
Hoy se ha podido conocer que Francisco Díaz Jiménez que el agente fallecido poseía a título particular un chaleco antibalas. Lo adquirió de su bolsillo porque era buen conocedor de los riesgos que conllevaban su servicio en la capital malagueña. Según desvela hoy el diario SUR” este hecho, la adquisición particular del chaleco, ha sido confirmado por fuentes cercanas a la víctima, quienes apuntaron que siempre solía llevarlo encima.

Había reclamado insistentemente a Interior más protección
Francisco Díaz Jiménez era un policía preocupado no solo por su seguridad sino por la de sus compañeros. Según revela este medio no sólo se preocupaba de sí mismo, sino también de sus compañeros. Francisco Díaz fue miembro de distintos sindicatos y en su paso por ellos siempre manifestó una especial sensiblidad por dotar a sus compañeros y dotarse él también de medios. Para ello no dudó en exigir reiteradas veces a la Dirección General de la Policía que se enviase a la plantilla chalecos antibalas así como otras medidas de protección, muy necesarios para los miembros de la Brigada de Seguridad Ciudadana, cuyo labor diaria consiste en patrullar por las calles. Por ello los sindicatos policiales habían venían denunciando desde hace tiempo la precariedad con la que trabajan estos agentes, con ausencia de elementos protectores.

Denuncias y falta de más medios
Los sindicatos policiales están preparando más denuncias para exigir que todos los policías nacionales cuenten con chalecos. Desde el sindicato UFP han anunciado que presentarán una querella por la la falta de chalecos tras el asesinato por un navazo de un indigente alemán de Francisco Díaz. Pero no son solo chalecos lo que falta. También se denuncia que hay otros elementos de seguridad personal tales como guantes anticorte, cascos o escudos que escasean. Muchos policías nacionales han seguido el ejemplo del compañero fallecido y han adquirido a costa de su bolsillo personal material de este tipo.

En la provincia peor dotados aun
Por último han denunciado desde el SUP que los policías de las comisarías de la provincia de Málaga se hallan en peor situación en cuanto a dotación de materiales, dándose la circunstancia de cuentan con vehículos oficiales destrozados y, que en caso de ua persecución, se hallan en riesgo.

Haz click
Haz click

Un deportista con vocación de policía

Sus compañeros y amigos definen a Francisco Díaz como un hombre «amable, divertido y servicial»

En el barrio de Huelin, donde se crió, el funcionario Francisco Díaz Jiménez era ‘Paco el policía’. En los turnos de servicio, se le identificaba como ‘Dragón 233’, su indicativo en la Unidad de Prevención y Reacción, a la que pertenecía. Para sus amigos era sencillamente Paco, un tipo «divertido, amable y servicial» al que costaba ver sin una sonrisa dibujada en el rostro.

No fue uno de esos jóvenes que se presentan a las oposiciones al Cuerpo Nacional de Policía empujados por la falta de expectativas laborales. Lo hizo por vocación. Y no lo tuvo fácil. Su madre cayó enferma cuando él se estaba preparando los cursos de la Academia. Paco pasó largas noches en vela estudiando junto a su cama para no separarse de su lado.

Ingresó en la Policía Nacional hace ocho años, con 25. Tras pasar por Madrid y Estepona, recaló en Málaga, donde entró en la Brigada de Seguridad Ciudadana. Era muy querido por sus compañeros. «Siempre andaba buscándole novia a todo el que estaba soltero», comenta uno de ellos, desolado por la pérdida de «un amigo» con el que, además, compartía trabajo. Y alguna vez le salió bien. En una ocasión, improvisó una cita con un compañero y una amiga de su novia, y el encuentro acabó en boda.

Su principal afición era el deporte. Practicaba artes marciales y recientemente empezó a jugar al pádel. Pero su mayor pasión era su familia. Se casó hace unos seis años con su novia del instituto, y hace tres nació su hija, «que lo tenía loco», cuenta otro compañero.

Quienes le conocían aseguran que tenía amigos por todas partes, y que nunca negaba un favor si estaba en su mano. En los próximos días tenía previsto viajar a Canarias con los íntimos, los de toda la vida, para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos. Hasta que un servicio desdichado truncó sus planes.

Haz click
Haz click

6 comentarios en “El funcionario Francisco Díaz Jiménez era ‘Paco el policía’ ingresó en la Policía Nacional hace ocho años, con 25 años fue asesinado el pasado miércoles cuando se encontraba de servicio e iba a proceder a detener a un hombre en Malaga

  1. Ingresó en la Policía Nacional hace ocho años, con 25. Tras pasar por Madrid y Estepona, recaló en Málaga, donde entró en la Brigada de Seguridad Ciudadana. Era muy querido por sus compañeros. «Siempre andaba buscándole novia a todo el que estaba soltero», comenta uno de ellos, desolado por la pérdida de «un amigo» con el que, además, compartía trabajo. Y alguna vez le salió bien. En una ocasión, improvisó una cita con un compañero y una amiga de su novia, y el encuentro acabó en boda.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario